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viernes, 23 de mayo de 2014

Tejiendo y entretejiendo.

Hacer un proyecto para otra persona es muy gratificante, sobretodo cuando lo preparas con mucho cariño y te imaginas la reacción de la otra persona cuando lo vea. 

 El invierno pasado estuve tejiendo proyectos para otras personas y desde luego que disfruté mucho. Así que después de mucho tiempo con el blog calladito, espero volver a llenarlo de proyectos de mucha acción!!

Comencé en noviembre con el bolso para mi amiga Naty.  Su cumpleaños era en febrero pero no quería que se me echara el tiempo encima. Me inspiré en este modelo de mi "Crochet Bible" , pero  pensando que saldría un interesante motivo con una lana en diferentes colores, lo tejí de forma diferente al patrón del libro.Es decir todo a punto bajo, pero con la forma que indica el del libro.

"Crochet Bible" de Sue Whithin
Naty es mi mejor amiga, de toda la vida y aunque vivimos ahora en ciudades diferentes, siempre encontramos un rato para ponernos al día. De verdad, quería que fuera un regalo especial. Los colores me parecieron muy suyos, le encanta el morado detesta el amarillo y a pesar de que casi siempre y para casi todo opta por el negro, a veces, se deja ver con algo marrón o un morado más tirando a granate. Bueno, al final me atreví a comenzar.

con dos agujas se apreciaría más el motivo

A medida que las lineas avanzaban y los colores se mezclaban unos con otros, yo iba recordando momentos de nuestra infancia. Por ejemplo, el largo camino de vuelta desde el colegio a casa.  Según Google Maps, lo acabo de mirar,  a pie son unos 600 metros y se recorre en 8 minutos. Nosotras nos lo hacíamos cuatro veces al día nos llevaba más de 20 minutos. Lo recorríamos solas desde más o menos los 5 hasta los 8 años, que cambiaron de edificio a la clase de Naty. Hoy en día, no me imagino dejando a mi hija  caminar cuatro veces al día sola con una amiguita de su edad "Aleh, niña, al cole! Ya llegarás!!". Algunas veces nuestras madres nos acompañaban, muy esporádicamente nuestros padres nos acercaban en coche. No era un camino bonito, pero forjamos una muy fuerte amistad para siempre.



En fin, sigamos tejiendo. El bolso iba tomando forma pero el motivo estaba fuera de mi control. Así que decidí cambiar de patrón - bueno, ya ni siquiera estaba siguiendo uno. Decidí hacerle una solapa y calmar un poco el tono con una lanita gris suave. Le inserté dos arandelas metálicas para poderle poner una correa y empezaba a pensar en algún detalle para decorarlo. Como iba diciendo Naty y yo nos conocemos desde bien pequeñas fuimos juntas al colegio, al instituto y entre juegos, aventuras, descubrimientos, confidencias y muchas risas fuimos sacando a delante los estudios y consiguiendo nuestras pequeñas metas y desechando otras .

Una vez, acabé la solapa le añadí una pequeña puntilla de tono parecido a uno de los mil colores del ovillo principal y comencé a buscar la forma de tejer el búho más bonito que  un ganchillo puede conseguir.  La fecha se aproximaba y el bolso iba tomando forma. Estaba bastante contenta con el resultado.




Forro! Este bolso necesita un forro. En una tienda de retales compré un pedazo de tela muy funky, como no tenía máquina de coser lo llevé a la zapatería de cerca de casa para que se lo pusieran allí. Mientras terminaba el buhito que iba a gobernar la solapa. Entre los muchos que estudié me decanté por el más sencillito y resultón.  Mirátelo AQUI,  bunny mummy tiene cosas muy, muy cucas.


Pues bien,terminado el bolso no faltaba más que entregarlo. Ah! le puse una correa que me ofreció una compañera de trabajo. No fui capaz de encontrar ninguna en las tiendas y quería una que fuese suficientemente larga. Acompañé el bolso con otros regalitos, y una felicitación que decía. : "Quien tiene una amiga, tiene un tesoro"
y celebramos su cumple con una entrañable fiesta.